Por otro lado, Justin Bieber solo se quedó mirando de reojo a las cámaras, pero siguió a su novia rápidamente. La pareja estuvo acompañada de Ashley Cook, asistente de Selena Gomez.
Justin Bieber y Selena Gomez están cada vez más hartos de los fotógrafos, que no ocultan su fastidio ante ellos. Si bien antes sonreían, y trataban de restar importancia, ahora se escapan de cualquier flash.
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